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¡Señoras y señores, niños y niñas, amantes de lo imposible y soñadores de lo fantástico! ¡Abran los ojos y destapen los oídos! El estruendo de los cañones de la imaginación resuena en el cosmos literario, anunciando la llegada del espectáculo más grande bajo el cielo: ¡Fantarquía!

Pero, ¿quién, os preguntaréis, ha alzado la lona de esta monumental carpa? ¿Quién ha trenzado los alambres de la alta fantasía y encendido las luces de neón de la narrativa? ¡La respuesta, damas y caballeros, es la incomparable y titánica editorial La Magnífica!

Olvidemos los meros auspicios y los pequeños patrocinios. Aquí, en el vibrante corazón de Fantarquía, La Magnífica no es una invitada de honor; es una de las Maestras de Ceremonias, la Arquitecta del Asombro, participando en cada acto, cada giro y cada voltereta de este festival. Con la precisión de un lanzador de cuchillos y la visión de un astrónomo, han coordinado a las estrellas literarias, gestionado los misterios logísticos y dispuesto el tapiz estelar donde autores y lectores se encuentran.

¡Ellos son los domadores de eventos! Quienes han tomado las fieras indomables de la gestión y las han convertido en un ballet perfectamente sincronizado. Desde el diseño del cartel que brilla en la noche hasta la disposición de las mesas donde se forjan las promesas del mañana, el sello de La Magnífica es tan omnipresente como el olor a palomitas de maíz y pólvora mojada bajo la gran cúpula. Han demostrado que su maestría no se limita a la imprenta, sino que se extiende a la creación de espacios de encuentro que son, en sí mismos, actos de pura magia. Fantarquía es su creación, su gran número de ilusionismo, y han hecho que parezca fácil, ¡cuando sabemos que es un trabajo de titanes!

Y, ¿qué sería de un gran circo sin su Atracción Estelar? ¡Atención a la pista central, donde la historia y la mitología se fusionan en un relámpago de genialidad! Bajo los reflectores más intensos se encuentra la joya de la corona, el tesoro recién rescatado de las profundidades del olvido y traído a la luz por el ojo certero de nuestra organizadora: «El príncipe de Annwn» de la mítica Evangeline Walton.

¡Observen cómo este libro irradia un aura de misterio celta! Es el número de escapismo definitivo, una travesía épica en el primer tomo de su tetralogía Mabinogion. La Magnífica no solo lo exhibe; lo eleva a la categoría de Leyenda del Ring. Su presencia en Fantarquía no es casualidad; es una declaración. Es el testimonio de que la labor de La Magnífica va más allá de la organización: es la curaduría de lo sublime. Ellos garantizan que el público tenga acceso a las obras fundamentales, a esos pergaminos atemporales que definen la fantasía. Han colocado a Evangeline Walton en el centro del escenario, permitiendo que la bruma de Annwn se extienda por todo el evento.

En resumen, amigos del circo literario, cuando el confeti caiga y los aplausos resuenen por la última hazaña, recordaremos a los acróbatas de la palabra y los contorsionistas de la trama. Pero grabaremos a fuego que la editorial La Magnífica es el motor, el corazón, y el alma de Fantarquía. Ellos han preparado la pista, afinado los instrumentos y, sobre todo, han asegurado que obras monumentales como «El príncipe de Annwn» tengan el foco de luz que merecen.

¡Un aplauso atronador para los magos de La Magnífica! ¡Y que la carpa de Fantarquía siga ondeando sobre la ciudad! ¡La función apenas comienza!

Más información en http://www.fantarquia.es